Constantemente, los telemarketers están llamando a todo el mundo, desde cualquier lugar, preguntando si todos quieren el mismo producto y/o servicio. Debido a las enormes disparidades económicas que tiene nuestra moribunda y verde Tierra (feliz Día de la Tierra por ayer, por cierto), cada continente tendrá sus propias prioridades en cuanto a cómo se gasta el dinero.
Por ejemplo, África, según el estudio de Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo Monetario Internacional, en 2021 consiguió alcanzar una cifra de PIB nominal de 2,7 billones de dólares. Esto supuso 296.000 millones de dólares más que en 2020, por lo que, como persona de finanzas, uno pensaría que hay mucho dinero para promocionar pólizas de seguro de vida, planes de jubilación y otros conjuntos de inversión de ahorro libre de impuestos para los hogares. Los africanos se enfrentan a tanta incertidumbre financiera a diario, que ser tolerante con los altos niveles de dicha incertidumbre se ha convertido en una especie de superpotencia. Los seres humanos que se enfrentan a la incertidumbre no están en condiciones de pensar en los patrones de gasto de dinero a largo plazo que tendrán. La incertidumbre provoca la necesidad de encontrar una solución rápida para hoy, y con la esperanza de que pueda funcionar para mañana, y para pasado mañana también. Por eso, en África se producen muchos negocios a corto plazo (sobre todo corruptos), porque muy pocos piensan realmente en encontrar un trabajo estable que les ayude a construir su fondo de pensiones y a cuidar de sus seres queridos, por no hablar de ellos mismos.
Después de haber vivido y trabajado en Sudáfrica como asesor financiero (saltando de un trabajo decente de ventas de bajo nivel al siguiente), los clientes potenciales de alto poder adquisitivo que conocí y les expliqué las bellezas y alegrías de la planificación de la inversión a largo plazo y las ventajas fiscales que podrían existir si se hace correctamente, simplemente no pudieron penetrar en sus cráneos. Todo giraba en torno a la mentalidad de "¿qué póliza de seguro de vida puedo suscribir, que me pagará una buena cantidad cuando muera?" y, francamente, siempre he tenido una mentalidad europea/del lejano oriente orientada a la planificación financiera a largo plazo, y no podía apreciar cómo eso nunca me iba a llevar a ninguna parte en un entorno a corto plazo como el de África.
El corto plazo presenta oportunidades interesantes, como la planificación de seguros de coche, hogar e inventario (empresarial y personal), así como el Santo Grial de la planificación de seguros de minería y excavación. Ojalá me hubiera centrado más en estos aspectos antes de empezar con DW, ya que estas áreas de planificación financiera son sin duda las más concurridas en África que en cualquier otra parte del mundo. Siempre y cuando se mantengan las manos limpias (fuera de los problemas que puede acarrear la corrupción), un adecuado discernimiento de dónde se encuentran estas oportunidades a corto plazo, como en Angola, puede producir montones de ingresos por comisiones.
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